De joven mi padre fumaba a escondidas de sus padres
porque estos creían que era un vicio feo.
Ahora que es mayor fuma a escondidas de sus hijos
porque no dejamos de darle el coñazo para que se cuide.
Pronto fumará a escondidas del Gobierno,
que además de no preocuparse jamás por su salud
le ha crujido a impuestos toda la vida a través de una droga.
Pero así como el vino y las mujeres, el tabaco es una droga, pero una droga voluntaria.
Y ojalá el gobierno cobrara impuestos en todas las drogas, porque eso significaría que están legalizadas…
Un beso, mai fren!