20 Grandes en Blanco y negro y hacia atrás: Nº 11

La música es magia: quizá sea esta la única explicación para el caso de Respect.

Y es que mientras el Rey del Soul, Otis Redding, componía esta canción y la bordaba en 1965 no se le pudo pasar por la cabeza que sólo dos años después llegaría la Reina del Soul, Aretha Franklin, para darle la vuelta por completo y subirle más de una revolución hasta perfeccionarla y convertirla en una pieza de museo feroz y desgarradora.

Aretha es un huracán sobre el escenario que arrasa con la quietud y la pasividad del espectador más soso de este puto planeta. Del mismo modo que el Sock it to me que entonan al unísono y casi sin aliento Aretha y sus coristas es el canto más irónico, sutil y sobre todo efectivo que se puede hacer ya no contra la violencia mal llamada de género, sino contra todas sus formas de expresión.

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