Conozco gente que todavía viaja a Holanda para fumar porros. Verás tú cuando se enteren que en la frutería china que hay debajo de mi casa los venden más baratos que en el peor coffee shop del mismísimo Amsterdam.
Como hagan lo mismo con el precio de las putas no va a quedar ni una entrepierna abierta en el Barrio Rojo. Lo mejor del mercado, oiga. Que me los quitan de la boca.
Ay, qué ordinario eres, nene…