Oye, José Enrique: lo de dejar encendidas las luces de tu casa el día de huelga se suele hacer cuando estás de vacaciones. Ah, claro, que tú siempre lo estás.
Oye, José Enrique: con lo que gastó en luz el Ayuntamiento durante el día de la huelga se podría pagar alguna que otra deuda. Pero tranquilo, que no te voy a pedir que hagas bien tu trabajo. Faltaría más.
Oye, José Enrique: dicen que tu sentido del humor es un mito. Hay que ver cómo son estos rojos de envidiosos. No te votan y encima quieren que seas gracioso.
Oye, José Enrique: he llamado al fontanero y se me ha presentado en casa Javier Arenas. Me ha dicho ‘esto es cosa de la Junta’ y se ha ido por donde ha venido. ¿Va todo bien?
Oye José Enrique: esta Semana Santa he rezado mucho para que no llueva y te pudieran sacar en procesión. Un baño de masas nunca viene mal. ¿Qué tal te fue?
Oye José Enrique: ¿por qué no aprovechas el recorrido del tranvía para la procesión del Abuelo? Las paradas ya están hechas y todo.
Oye, José Enrique: me ha llegado un mail con el asunto ‘VOTeYÓn EN el FERial paRA PagAR AL ALLUNtamienTO el VOTeYÓn de lA semanA PASAda! PasARLO!’. Algo está pasando y no me lo has contado.
Oye José Enrique, tu compañera de partido en Madrid ha puesto el trenecito por las nubes y tú sigues sin sacarlo de la cochera. Te está toreando.