El jodido cáncer me ha robado a uno de esos pocos actores que me contagia ganas de escribir pensando (por qué no) trabajar algún día con él.
De Curro Jiménez a Crematorio pasando por ¿Quién da la vez?, Turno de oficio, Cuéntame cómo pasó o ¡Ay, Carmela!.
Ya te extraño, Pepe. Muera la muerte.
😦