Sant Antoni (el barrio donde vivo) y el Poble Sec (donde nació Serrat) hacen que Barcelona, además de ser una ciudad magnética y enamoradiza, sea también un gran lugar para vivir.
La Avinguda del Paral·lel cruza entre ambos barrios. Es una avenida fronteriza, pero no separa, no pone límites al estilo del ser humano con el humor.
Resulta que el siguiente vídeo es una fabuloso ejercicio contra los límites, llevándose el humor al terreno donde mejor se mueve, donde más sentido tiene.
Va como la seda gracias al equilibrio formado por el ingenio de los Venga Monjas y la energía incombustible de Raúl Cimas. Lo cierto es que se hace realidad en la ciudad más dinámica de la península ibérica. Será por algo, y no por casualidad.
Por cierto: los límites te los pones tú solito. Tontolapolla.
Este humor culpable es terríblemente maravilloso.