Hace justo tres meses lanzábamos la promo de Tranvía Crucis, la semillita de todo lo grande que nos ha ido pasando después. Hoy os enseñamos el rostro de siete personas que nos han representado a todos como los ciudadanos penitentes que somos. Gracias a Jesús, Raúl, Pedro, Elena, Nazareth y Andrés por su atrevimiento y calor incondicional.
Gracias a todos los conductores y pasajeros por subirse a nuestros ruidosos vagones. A unos por arrimar el hombro y a otros por tirarse de cabeza. A ambas partes por venir a jugar con valentía y sin trampas.
Gracias, cómo no, a todo el equipo humano por su talento y esfuerzo. Pero, sobre todo, por su enorme generosidad. Emilio, Sandra, Sergio, Marcos, Marcos David, Frank, Pon, Berta, Juanjo, Nati, Ítalo, Enrico, Yeyu, Marta, Joaquín, Antonio, Alan, Juande, Innermove y Beth Loring. A vuestros pies.
Gracias, por descontado, a Jorge. Porque lo que he aprendido a su lado no se aprende en ninguna universidad. Por exprimirme y dejarse exprimir. Por estar ahí siempre. Por creer en las ideas de un «pringao».
Gracias infinitas a Anna y Angus. Por su paciencia y comprensión. Por tanto corazón. Por tanta entrega. Por tanta complicidad. Por ser y estar ahí.
Y gracias, cómo no, a quienes habéis estado ahí mirando, comentando y, sobre todo, compartiendo. Al fin y al cabo hicimos Tranvía Crucis para vosotros.
¿Fin de trayecto? Ya lo veremos. Ya lo veréis.