Lo de perder la inocencia, dejar de cometer y reconocer errores, vivir cerrando puertas a lo nuevo o creer más en las cosas que en las personas debe ser cosa de mayores. Todo eso lo dejo para la distracción masiva.
Yo seguiré empeñado en aprender a ser pequeño porque me niego a invertir en eso que llamáis madurez y que en realidad se llama tristeza.