Parece que el holocausto fue un experimento de los nazis
con el 3D que pensaron titular como Amatar.
Es verdad que todo parecía muy real sin necesidad de gafas,
pero el guión era bastante flojillo, pretencioso, infumable,
demasiado largo, con personajes planos y un mensaje bastante pobre.
Creo que al final la superproducción se les fue de las manos,
aunque yo tampoco esperaba mucho de la precuela de A todo gas.