I’m not Simone Choule. I’m Trelkovski

Roman Polanski es uno de los cineastas más apasionantes e inquietantes que ha parido esta cosa llamada Europa, uno de esos directores cuya obra debería mostrarse en todas las escuelas de cine – día sí, día también – con la finalidad de recordar a todos los jóvenes aprendices que para contar buenas historias no basta con conocer bien la técnica y haber visto un montón de películas.

Una buena historia sabe soltarse con facilidad la melena de la locura. Una gran historia es la que después sabe peinarse con elegancia y madurez.

La Historia del Cine está llena de buenas, buenísimas historias. Pero son sólo unos pocos quienes saben contar grandes historias. Los buenos ‘peluqueros’ del cine escasean, pero siempre sobreviven y sirven para abrir paso a nuevos talentos. Aunque mucho me temo que no todos saldrán de esas escuelas donde olvidan enseñar que, antes de intentar emocionar a los demás con vidas ficticias, sería recomendable aprender a emocionarse con la vida real de uno mismo.