He visto a Rajoy en el portal.
Estaba medio ido ensayando su discurso de investidura
mientras el perro de mi vecino se disponía a atacarle.
Sus ladridos sonaban convincentes. Los del perro, digo.
He visto a Rajoy en el portal.
Estaba medio ido ensayando su discurso de investidura
mientras el perro de mi vecino se disponía a atacarle.
Sus ladridos sonaban convincentes. Los del perro, digo.