RISAS DE VENTAJA

31.12.2018. Mi último día del año ha empezado a las 5:15 de la madrugada, justo cuando me desvelaba en mitad de mi última noche del año.

Tengo comprobado que suelo desvelarme una media de 5 noches al mes, lo cual significa que no duermo más de 3-4 horas (casi nunca duermo antes de la 1) durante 60 noches, lo que vienen siendo unos 2 meses al año. Muchos números y mucho sueño.

La mayoría de veces que madrugo -más de lo que tenía pensado madrugar- me sirven para escribir más y mejor. Lo normal sería que prefiriese dormir mejor y escribir peor. Básicamente porque todavía no he escrito nada memorable. Pero realmente no estoy nada convencido de quererlo así.

La verdad es que, además de para escribir, estas madrugadas me sirven SOBRE TODO para empezar el día más reído que casi todo el mundo que me rodea. Porque de esas 3-4 horas que paso desvelado aprovecho 2 (como mínimo) para atender mi verdadera pasión: la COMEDIA.

Veo series, cortos, monólogos, programas… Escucho podcasts, leo libros y artículos… Y todo ello me sirve para inspirarme y escribir cosas que antes compartía o tuiteaba… Y que sin embargo ahora prefiero guardármelas. Si te preguntas por qué, no tendré más remedio que cagarme en tu necedad y en la venda que te pones para no ver el contexto que nos atrapa. Si por el contrario crees saber la respuesta te aseguro que andas a tomar por culo de la misma. El problema es mío, el fracaso es tuyo.

En 2019 hará 11 años que dejé una carrera de números para refugiarme en el audiovisual y en el humor. Probablemente la 2ª mejor decisión que haya tomado nunca. Amo los números pero no me interesa lo más mínimo el uso que la sociedad me ha enseñado a darles. Mis cálculos no van mucho más allá del humor en todas sus ecuaciones y del audiovisual en todos sus formatos. Y aunque estoy muy limitado y los resultados jamás son exactos, sí que son satisfactorios. ¿POR QUÉ?

PORQUE OS VOY A CONFESAR UNA COSA: no soy ni más lista ni más guapa que cualquiera. Pero sí me considero más feliz que la inmensa mayoría. Y creo que tiene TODO que ver con esas «horas de ventaja», con todas esas horas de risa que llevo acumuladas en el cuerpo mientras las demás personas están todavía levantándose de la cama.

Así que si tengo 30 horas de risa más al año que los demás, bienvenidas sean. Porque no me va nada mal, así que firmo donde haga falta para que 2019 me siga trayendo madrugadas de insomnio que sirvan como antesalas de días de alegría.

31.12.2018. Mi último día del año ha empezado con risas a las 5:15 de la madrugada. Ojalá se mantengan despiertas con ustedes hasta los primeros sueños del próximo año.

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